Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Macabeos 11, 3-10

3 convertir el Templo en fuente de recursos, como los demás recintos
sagrados de los gentiles, y poner cada año en venta la dignidad del
sumo
sacerdocio.

4 No tenía en cuenta en absoluto el poder de Dios, engreído como
estaba con sus miríadas de infantes, sus millares de jinetes y sus
ochenta
elefantes.

5 Entró en Judea, se acercó a Bet Sur, plaza fuerte que dista de
Jerusalén unas cinco esjenas, y la cercó estrechamente.


6 En cuanto los hombres de Macabeo supieron que Lisias estaba
sitiando las fortalezas, comenzaron a implorar al Señor con gemidos y
lágrimas, junto con la multitud, que enviase un ángel bueno para
salvar a
Israel.

7 Macabeo en persona tomó el primero las armas y exhortó a los
demás a que juntamente con él afrontaran el peligro y auxiliaran a
sus
hermanos. Ellos se lanzaron juntos con entusiasmo.

8 Cuando estaban cerca de Jerusalén, apareció poniéndose al frente de
ellos, un jinete vestido de blanco, blandiendo armas de oro.

9 Todos a una bendijeron entonces a Dios misericordioso y y
sintieron enardecerse sus ánimos, dispuestos a atravesar no sólo a hombres,
sino aun a las fieras más salvajes murallas de hierro.

10 Avanzaban equipados, con el aliado enviado del Cielo, porque el
Señor se había compadecido de ellos.